Sabiduría y enseñanza en la ciudad en crisis (Platón, Apología 18a7-20c3) :: Spanish Essays

"Sabidurà ­a" y "enseà ±anza" en la ciudad en crisis (Platà ³n, Apologà ­a 18a7-20c3) ABSTRACT: Con Platà ³n se produce el reconocimiento de la educacià ³n como el lugar en que una comunidad mantiene su peculiar instalacià ³n en la realidad y por ello como el terreno de la accià ³n politica eficaz. La problemà ¡tica, presente ya desde los textos socrà ¡ticos, es ubicada en el pasaje de la Apologia de Sà ³crates en que la mencià ³n de las ‘acusaciones antiguas’ permite ver el juego de distintos elementos-la paideà ­a, la opinià ³n pà ºblica, el saber-en un momento de crisis. Esta crisis, tanto de la base polà ­tica tradicional como de la polà ­tica pragmà ¡tica, se traduce en un oscurecimiento de que lo que son el hombre y la pà ³lis que da lugar a Sà ³crates y a su tarea como consciencia de la quiebra del mundo polà ­toco. Se desarrolla el alcance ontolà ³gico de ella y sus-paradà ³jicos-consecuencias polà ­ticas y educativas. Una usual caracterizacià ³n sociolà ³gica de la educacià ³n la define como los modos de reproduccià ³n de una sociedad. En el fondo, la educacià ³n està ¡ exigida por el hecho de que una comunidad determinada (asà ­ sean las grandes sociedades contemporà ¡neas) resulta el lugar primario del encuentro del hombre con la realidad, y esta apertura del mundo, por ser siempre concreta, es histà ³rica y finita, y por ello tiene que esforzarse permanentemente para mantenerse abierta, ya que en cualquier momento puede oscurecerse y quebrarse. La educacià ³n es parte decisiva de este esfuerzo. El nombre de Platà ³n parece ligado a una concepcià ³n que, lejos de encontrar un fundamento en la finitud, lo encuentra—si vale la palabra—en lo 'absoluto', dejando a lo finito en una regià ³n ontolà ³gicamente là ­mite. Y sin embargo esta comprensià ³n de la realidad—que el Platà ³n maduro traducirà ¡ en la doctrina de las Ideas—està ¡ ligada al intento de rescatar a su particular comunidad de un naufragio (rescate que Platà ³n cree todavà ­a desesperadamente posible, aunque en realidad ya era tarde). Ya los textos "socrà ¡ticos" (la Apologà ­a de Sà ³crates y el Crità ³n) marcan, en la compleja relacià ³n de Sà ³crates con su ciudad, el reconocimiento, a la vez, del carà ¡cter fundante de lo comunitario-polà ­tico y de la quiebra interna de ese fundamento; y es justamente esta quiebra la que permite reconocerlo como tal. Estos textos tambià ©n marcan el comienzo de la reflexià ³n platà ³nica sobre la educacià ³n, que el drama socrà ¡tico signa inicialmente de violencia. Sà ³crates es la và ­ctima ilustre de una realidad social fallida que se opone con toda su fuerza a quien seà ±ala esa quiebra de sus fundamentos y que aparece asà ­ como 'subversivo' mucho antes de cualquier propuesta de replantearlos o cambiarlos.